Un millón de historias

D ime dónde está y te ayudo a llegar allí. Dime qué puedo hacer para que la tristeza desaparezca y haré lo que haga falta. Dime a quién tengo que pedir que venga y lo haré sin demora alguna. Dime por qué te asusta algo y haré que ese sentimiento se marche. No temas en decirme lo que piensas. No pienses que en realidad no me importa. No insinúes que soy poser , porque en realidad me importa todo lo que tú me digas. Puede que la vida no te haya tratado bien, puede que tengas historias que quieras mantener en secreto, y lo comprendo, o acepto, pero sigo estando aquí, no siempre a tu lado, pero siempre presente. Tal vez la distancia y nuestra forma de ser sea lo que nos separa casi siempre, pero no te preocupes, estoy más que acostumbrado a perder, perder tantas cosas que cualquier cosa que posea durante una milésima de segundo me hace feliz. Así que no tengas miedo si los kilómetros son demasiados, o si los meses nos impiden vernos. No importa si el bosque está demasiado oscuro, porque

N o es solo mirar hacia abajo. No son unas simples zapatillas. No solo estoy pisando el suelo. Es un camino. Un camino que he recorrido. Mis pies me han llevado a mil sitios, han recorrido kilómetros para llevarme hasta el lugar en el que me encuentro ahora. Pero, en realidad, la idea ha sido de mi cabeza, utilizando el potencial de mi carácter y mi personalidad. Así que todos estos elementos son los que han conseguido todo esto, llevarme hasta este momento. Ha sido un trabajo duro. Trabajo en equipo de manera personal. Así que miro hacia abajo, y también hacia atrás, para observar mi camino. El largo camino que he recorrido durante todos estos años de mi vida. Echo la vista atrás para reconocer mi éxito y los errores que me han llevado a él. Para no equivocarme, y si lo hago, saber corregir para saborear el placer de decir que he llegado al lugar en el que quería estar o darme una sorpresa a mí mismo. Cada paso cuenta, incluso los que damos sin a penas darnos cuenta. Pensaba que