Last
Dejamos de ser quienes fuimos durante unos segundos y nos preguntamos por qué. Las causas de nuestro silencio. De por qué cuando nos volvemos a mirar a los ojos dejamos de ver lo mismo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZac2DN-IVK_RW605eZOBqgn0mk7ns42mlu-4uNoJ0-1ri4BJCdqJanMfrIAdCEPBHu_iGgTXqX1d7UwXRrnwPxi-se3ESXVGTzo8UOXgjVrUtCMwt5vYtrLG4xVvd4MUa86C8kIrACYY/s400/uno.jpg)
Su mano, al rozar la mía no me transmitía nada. Era como tocar una mano ajena o una mano de un amigo, con la que no sientes nada, tan solo indiferencia. Y aquello me mataba por dentro. Porque ¿qué hacer en esa situación? ¿Se lo cuentas? ¿A quién puedes decírselo para solucionar el problema? ¿Era yo el problema? ¿Lo era la otra persona? ¿Lo que había pasado era que la electricidad que nos pasábamos se había extinguido?
Durante aquellos segundos nos miramos a los ojos y lo supimos realmente. Fuimos nosotros mismos desde hacía tiempo. Vimos la realidad, esa dura realidad que nos da un buen susto. Quise decir algo, pero lo sabías, y no eras de hablar, para nada. No iba a arreglar nada, porque ambos queríamos que aquel mal trago se pasase cuanto antes. Ibas a irte, y yo no te lo iba a impedir. Nos despedimos con la mirada, aquella que nos había descubierto la verdad. Y no volvimos a vernos, ni hablarnos. Todos aquellos recuerdos que construimos se destruyeron por arte de magia. Vivimos nuestra vida como quisimos, separados, lejos el uno del otro. Sabiendo que lo que nos deparara sería mejor que lo vivido, eso seguro.
Comentarios
Publicar un comentario
¿Qué te ha parecido? ¿Cambiarías algo? Me gustaría saber tu opinión sobre lo que has leído ^^