Elipsis

Tal vez todo esté ocurriendo en mi cabeza. Tal vez...

La lluvia cae sobre mí. ¿Cuándo ha empezado a llover tan fuerte? No me he dado cuenta, quizás me haya perdido de nuevo en mis pensamientos, como tantas otras veces... ¿por qué lo sigo haciendo? No sé... Esta vez, mis pies me han llevado hasta la playa. Un lugar bastante vacío para esta época del año. Las gotas se funden con la arena y hunden mis zapatillas. Es propio de mí, la verdad. Me pasa desde que tengo memoria. Pero esta vez es diferente. Las olas, cada vez, llegan más lejos de la orilla, y se quedan paradas. Mojan mis pies, y poco después mis rodillas. El nivel del mar no es que haya subido por la luna. No, qué va. Es de día. Es de día y llueve, y el nivel del mar está muy por encima de mis rodillas. Y mi respiración se agita, noto como mi garganta se cierra y mis brazos se se pegan a mis costados, como mis manos se quedan rígidas y mis ojos se abren de par en par. Me quedo sin aliento antes de que una ola gigante me tape por completo.



Y nada más. 



Solo esa sensación de absorción, y de repente nada. Abro los ojos y estoy en mi habitación, con la luz del alba entrando por la ventana nerviosa. Muevo los dedos de mis manos con dificultad, como si estuvieran entumecidos. Me levanto de la cama y voy a mirarme al espejo. Estoy sudando. Me miro a los ojos y me digo, ha sido un sueño, solo un sueño. Y me acerco más, y me miro más de cerca, más detenidamente. Tengo arena en el pelo. Me mojo los labios... y saben a sal. Mis pupilas se dilatan y veo algo. Una ola. Una ola que se refleja en mi pupila. ¡Pero estoy en mi casa! ¡En mi cuarto! Es imposible. Imposible que todo haya ocurrido. ¿Verdad?


"I was not there. I couldn't!"


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