Ashes
No mentiremos. Nunca lo hacemos. Somos diferentes al resto. Lo supimos desde el primer momento que pusimos un pie en este planeta. Toda esta destrucción acaba con nosotras, paso a paso. Lo peor es que no podemos hacer nada. Nos enviaron para evitar el desastre. Para evitar que otro planeta más se matara a sí mismo. Pero no podemos hacer nada. No podemos hacer nada cuando las mentes están tan corrompidas. Hemos llegado tarde. Demasiado. Quizás un milenio tarde, o quizás dos. Hay demasiadas mentiras. Mentiras que han consumido a faraones, dictadores, reyes, presidentes... Una semilla se coló en sus mentes y crearon tanto mal y tanta destrucción que el caos era inevitable. Nos prohibieron venir. Nos contaron que estaba echada a perder. Pero nosotras no nos rendimos, no damos un planeta por perdido. Nunca. Porque siempre hay esperanza. Siempre la hay. Y nos equivocamos. Ya no hay nada que salvar. Las mentes, incluso las más privilegiadas para sac...