Dreaming
T al vez no pueda decirte que te quedes. Quizás no exista la razón para hacer que tu mirada persiga a mis ojos. Tal vez... tan solo exista en mi cabeza. Ojalá conociera la palabra mágica para que todo esto comience otra vez y poder hacer las cosas bien. Pero, lo gracioso de todo es que no sabemos cómo, no sabemos qué, no sabes quién. ¿Cómo? Las cosas ocurren sin por qué, muchas veces la razón no la llegamos nunca a conocer, porque... los seres humanos agachamos la cabeza cuando las cosas no nos gustan demasiado, y no reconocemos nuestros errores o lo que realmente nos gusta por miedo o vergüenza. Tus ojos, ¿de qué color son? Lo he olvidado. Perdón, vuelvo a mi narración. ¿Qué? ¿La razón? ¿Mi cobardía? ¿Mi valentía? Las ganas que tenía de conocerte, de compartir pensamientos y futuros momentos. Tener esa sensación de que por fin dejaba de estar sola. Sentir que una persona en el mundo compartía mis intereses, y, además, podría llegar a quererme con todos mis defectos. Pero como ...