Persue
Persigue tus sueños. Una máxima que te repiten. Que te repites. Pero... ¿qué pasa cuando esos sueños están difusos? ¿Cuándo no sabes cuáles son? Entonces... ¿qué persigues? T odavía no era demasiado tarde, pero ella pensaba que sí. Había pasado más de la mitad de su existencia sentada en una silla, viendo como los demás vivían su vida. Mientras, ella pensaba en la felicidad de los demás, en cómo vivían, en qué hacían, olvidándose de vivir. Nunca se preguntó cuál era su sueño. Nunca se preguntó qué quería hacer cuando fuera lo suficientemente mayor como para elegir sin pensar en nadie. Nunca se preguntó qué era lo que se le daba bien realmente. Y llegó su momento en el que le sacaron de la jaula y se sintió más vacía si cabía que antes. Nunca antes sintió un vacío tan hondo como entonces. ¿Podía ser cierto eso? Tantas posibilidades, tantas cosas que no había hecho, pero que tampoco echaba de menos. Tantas puertas abiertas, y otras con llave que deseaba sabe...