Fall


And we fall.



Mira el cielo, puede que esta sea la última vez que lo veas. Está a punto de llover y yo te retengo aquí, en el parque donde tantas veces corrimos, reímos y jugamos sin cesar. Y ahora solo nos tumbamos sobre las hojas resecas de este frío otoño, bajo un cielo a punto de explotar en lágrimas. 

Y me preguntas por qué. Me repites que no entiendes por qué te he traído aquí y por qué sigo siendo tan enigmática. Pero no te contesto, porque quizás las cosas no tengan que tener una respuesta inmediata. Quizás las respuestas vayan viniendo, poco a poco. Te levantas y me tapas la vista hacia el cielo. Dices alguna tontería que no escucho y te ríes, pero yo mantengo mi cara pensativa, evitando tu mirada. Pero callas, y me miras. La lluvia empieza a mojarnos y me pides que me levante. Incluso llegas a gritarme. Pero yo no me altero. Sigo sumida en mis más oscuros y profundos pensamientos, esos que jamás ven la luz del día. Logras levantarme y me zarandeas por los hombros. Y exploto. Mis lágrimas y la lluvia se funden en uno solo. 

Caigo de rodillas al suelo y tú tan solo miras. La lluvia cada vez es más fuerte y no se escucha mi llanto. Te acercas y me abrazas con fuerza. Me preguntas una y otra vez qué me pasa. Pero ahora no puedo contestarte. Me ahogo entre las lágrimas. Y tú empiezas a pensar en voz alta. Te preguntas si es por ti, si es por nosotros, si es por la universidad o por lo que vendrá. Me repites que estarás conmigo siempre, que me ayudarás, que soy importante para ti y que te mata verme así. Y yo te miro directamente a los ojos, suplicándote que lo hagas, que sin ti no podré levantarme de nuevo. Me dices que pase lo que pase, tus manos siempre estarán sobre mis hombros. La lluvia sigue sin cesar y dejo de escuchar lo que dices. Siento que me hundo, que caigo rápidamente en una espiral hacia ninguna parte. Un grito y todo se desvanece. 

Y ahora vuelvo a pensar en ese cielo a punto de explotar. Pienso en esas palabras que se han quedado en lo que eran, por ser demasiado tarde. Pienso en la lluvia que jamás volveré a sentir sobre mi piel. Pero sobre todo en el vacío que sentía dentro de mí, que me pertenecía, y que abandoné.

"Suddenly, every single piece of me... gone".

Vía The Tab.

Comentarios