Maddened

No estaba pensando. Simplemente estaba enfadado. La escuchaba, pero al mismo tiempo no. Fue todo extraño. Ya me había pasado otras veces, y pensé que ya había cesado. Apareció por la puerta diez minutos después de mí. Estaba muy enfadado. Las manos me comenzaban a temblar, y la respiración la tenía agitada. Le di un puñetazo al marco de la puerta de la cocina. Pegué un grito, pero nadie me oyó. Ella entró, como siempre, supongo. Vino a darme un beso y comencé a gritarle. No recuerdo el qué, simplemente veía su cara serena, diciendo algo, pero no la oía. Mis oídos estaban llenos de ira. Le di un golpe y la empujé contra la pared. Y entonces su cara cambio. Ella no elevó el tono, siguió manteniendo su voz como siempre. Era dulce, ¿sabe? Veía el pánico en rostro, y eso me puso mucho más furioso. Creo que le dije que pensaba que me había casado con una persona valiente, no una chica tan atontada y débil como ella. No sé qué pretendía con eso. Todavía no recuerdo cómo llegué a ese extremo. Antes ella me calmaba, me daba un vaso de agua y me iba a dormir; se me pasaba. Pero fue totalmente diferente. No pude controlarme, porque no la escuchaba. Estaba en el suelo cuando me cogió de las manos y me las beso. Estaba llorando. Pero yo estaba colérico. Odiaba verla llorar, porque me ponía triste, pero en ese momento me puse rabioso. Quería que parara de llorar y le pegué varias veces en la cara, con el puño. Intentó incorporarse, pero la empujé. Se dio contra la mesa de madera, pero no perdió el conocimiento allí. Seguía hablando. Cuando me agaché y la cogí por la camisa escuché que decía mi nombre una y otra vez. Pero no pude parar entonces, era demasiado tarde. Después de eso, lo único que recuerdo es abrir los ojos a su lado. Ver la sangre. Tomarle el pulso. Cerrarle los ojos. Llamar a la policía. Y llorar por ella.

"Don't"

Segunda parte de Violence.


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