Enough

Y se acabó.

El enclaustramiento en esta casa se acabó.
El sentirme sola y mal,
se acabó.
No he podido elegir nada en esta vida,
y quiero salir de mi incertidumbre,
escoger lo que me incumbe.
Ser yo misma la que se equivoca,
sin dejar de perderme lo que me importa.

Me duele la garganta de tanto callarme.
Historias que nunca surgieron,
que se quedaron ancladas en el muelle,
historias sobre papel con boli.
Necesito gritarlas desde mi memoria.
Sentirme viva algún instante.
Pero todo gira sin cesar,
sin esperar a esa llamada de socorro
que a mis labios tanto les cuesta pronunciar.

El nudo en mi garganta no deja de apretar,
le ayudan las lágrimas que surcan mis mejillas
como si fuera el mar.
"No te confundas, algún día te arrepentirás",
repite mi cabeza, pero basta ya.
Se acabó el darle importancia a la razón.
Quiero dejar a un lado la desesperación.
Sentirme viva en mil instantes y sonreír con la voz.
Lo digo yo,
que he estado media vida gritando a media voz.
Desconcertada en este mundo,
escribiendo mil historias encadenadas,
sobre qué pasaría si no fuera yo,
la que vive en mi vida,
si fuera otra la que perturba e inquieta mi situación.

Me duele la garganta de callarme.
De no ser yo.

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