Noise

Hace ya mucho tiempo, el Silencio reinaba en la Tierra. Todos los seres que la habitaban adoraban al Silencio. Les transmitía paz interior y muchas riquezas que solo ellos podían adorar. Llenaban de cánticos las fiestas en honor al Silencio. Las ofrendas eran elegantes, sin limitar horarios ni dinero. El Silencio les había liberado de la opresión del alboroto, de los fantasmas de la noche y de El Rey Ruido. Aquel ser era el más poderoso de todos. Utilizaba sus armas de destrucción para imponer la ley y desarmar a los valientes luchadores del Silencio. Miles de años se necesitaron para apagar las llamas de Ruido. Las cenizas se desintegraron con la llegada de la paz y de la liberación de las opiniones. Creció la alegría en forma de naturaleza y la libertad en forma de instituciones. Los seres que habitaban la Tierra la respetaban tanto como lo hacia su nuevo Líder, el Silencio. 
Pero no todo es felicidad.
No todas son buenas noticias. Siempre quedan seres con opiniones arcaicas, opuestas a la realidad que actúa. En todas las sociedades hay grietas que se han olvidado arreglar y regenerar. Y fueron aquellos los seres los que se sacrificaron para llamar al Rey Ruido. En mitad de una noche sin Luna, cientos de años después de su destrucción, diez hombres y diez mujeres, dieron su vida para devolverlo de entre los muertos. Y sediento de venganza exterminó a todos los seguidores del Silencio, prometiendo que en futuras vidas, el Ruido seguiría vivo entre todos ellos, evitando así que la calma se apoderara totalmente de la Tierra. 

Es por esto por lo que no hay luz sin oscuridad, ni mentira sin verdad. Por eso ante la tranquilidad, siempre hay una aspiradora para alterar el ritmo cardiaco. 
Aunque los seres del Silencio intentan destruir su función principal, por siempre persistirán las grietas que desatan la atracción final.

"Silence versus Noise for the rest of our lifes"

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