Yellow

Perdida. En mitad del bosque. Junto a un monumento extraño. ¿Un hogar abandonado? ¿Un castillo en ruinas? Maleza por todas partes. Desorientada. Me gustaría recordar cómo llegué aquí. ¿Estoy soñando? Es como si estuviera dentro de un cuento de hadas, y me encuentro en el lugar donde la malvada bruja me va a tender una trampa. Pero en mi realidad no existen esos príncipes que contaban de pequeña. En mi realidad existen terribles monstruos que salen de debajo de la cama y se escapan del armario al anochecer. Miedo. En mi realidad solo existe una heroína, pero ahora mismo está tan aterrada que prefiere mantenerse muy dentro de mí. 

Es de noche y tan solo hay una farola en mitad del bosque, si es que esto es un bosque. Las ramas de los árboles dibujan criaturas extrañas en el suelo lleno de hojas secas que hacen ruido bajo la suela de mis zapatos. Mi vestido negro está roto. He estirado cuando me quedé atrapada entre unos árboles y la tela se rompió. No me importa más que mi vida, si me dijeran que saldría viva de allí sin él, me lo quitaba rápidamente. Pero en su lugar solo existe el silencio de la noche. Esa clase de silencio que te pone los pelos de punta, que te recorre la espalda hasta llegar a la nuca. Me llevo la mano hasta allí y siento el aliento de "algo" tras de mí. Mi respiración empieza a agitarse más de lo que estaba. ¡No podía ser! No había escuchado a nadie acercarse hasta allí. Yo tan solo había caminado en círculos sin perder de vista a la farola. No quería moverme ni un milímetro. No quería morir allí. Tenía sueños, metas que cumplir. Me mantuve rígida, y en ningún momento dejé de sentir esa respiración sobre el dorso de mi mano. Y de repente desapareció. Puff. Al dejar de notarla me giré y vi unos relucientes ojos en la oscuridad. Amarillos como si se tratara de un basilisco. No dejaba de mirarme y yo no podía apartar la mirada de allí. ¿Y si me atacaba? En un momento de pánico noté que mi respiración se cortaba. Me desmayé.

Permanecí horas, quizás demasiadas para recordar nada de lo que ocurrió. Me levanté rápidamente y miré hacia el lugar donde se encontraban los ojos amarillos. Habían desaparecido, quizás solo era mi imaginación, y estaba viendo cosas que no existían. Noté como algo cálido recorría mi cabeza. Me llevé la mano donde sentía el líquido. Era sangre. Alguien me había golpeado la cabeza. Y estaba detrás de mí. Me giré, intentando ser valiente por una vez en mi vida. Y allí estaban los ojos amarillos. Su dueño, un hombre alto de piel canela y pelo tan oscuro como el propio carbón. Me miraba irradiando ira y maldad. Mis rodillas me iban a fallar de un momento a otro. El hombre lanzó una especie de polvo hacia mi derecha y después hizo lo mismo en mi izquierda. Mientras echaba el polvo a mi alrededor pronunciaba unas palabras en un idioma extranjero. Cuando se puso frente a mí sus ojos estaban en blanco. Sentí como si mi cuerpo y mi mente se separaran. Mi cuerpo cayó al suelo, pero mi mente no. Como si se mantuviera en el aire. Veía mi cuerpo entre las hojas secas, la sangre que comenzaba a marchar mi cuello y mi brazo. Aquel hombre lanzó unos pétalos y unas semillas sobre mi cuerpo. No podía hacer nada, estaba paralizada, dividida. Minutos más tarde, aquel hombre de ojos amarillos tocó mi frente y vi como la sangre volvía a hacer el mismo recorrido pero a la inversa, volvía a la herida y ésta se cerraba. Mi cuerpo se levantaba y se mantenía de pie. Abría los ojos y los tenía de color amarillo. Después sentí como volvía a él, pero sabía que ya no me pertenecía. Era como una extraña en una casa nueva.

- Es la hora de volver.

¿La hora de volver? Sus palabras me sonaban familiares, pero no sabía qué quería decir.

- Es la hora de volver a tu verdadero hogar.

Me dio la espalda y comenzó a caminar hacia la puerta principal de la casa en ruinas. Le seguí, porque sabía que era eso lo que tenía que hacer. Y cuando entré, todo lo que conocía se quedó en el olvido, como si nunca hubiera vivido la vida que dejaba atrás.

"His eyes transformed me into a new creature".


Vía Tumblr.

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