Lemonade

Y si la vida te regala limones, ¿por qué no hacer una buena limonada? Déjales a todos sin habla. Hazles ver que eres una persona que se enfrenta a los problemas. Parece que te achiques con todo lo malo que sucede a tu alrededor, pero lo único que estás haciendo es coger fuerzas. Muchas fuerzas. Porque existen vivencias en las cuales son necesarias esas fuerzas. Retienes, te callas, observas, reprimes sentimientos... pero llega un momento en el que ya no puedes más. Lo sueltas, sonríes, vives. Nadie tiene que dirigir tu sonrisa. Nadie puede obligarte a mirar hacia ningún lugar en concreto, ¿por qué? Jamás comprendí por qué las personas tienen que entrometerse en tu vida. Intentas superar los obstáculos que te encuentras, saltarlos, sortearlos, acabar con ellos... pero, las personas deberían mantenerse al margen la mayoría de las veces. ¿Me ves seria? Aléjate. ¿Me ves llorar? Huye. ¿Quieres morir? Pues continúa haciéndome sufrir. Del sufrimiento crezco, aunque muera lentamente. Es la única manera de conocerse a uno mismo. Es la única manera de encontrar los mejores limones para poder beber una deliciosa limonada. No es lo mismo que te den el trabajo hecho, ¿a caso sabe mejor un trago de agua después de hacer ejercicio que mientras estás comiendo? No. Tras llegar casi a la deshidratación, el agua es lo que puede hacerte renacer, porque te lo has ganado. Mientras comes, puedes o no beber. Tienes la botella, el grifo, el vaso, e incluso tu madre te lo puede llenar. Tú no haces nada. Lo mismo pasa con cosas mayores, la vida en otro grado de dificultad. ¿Te sentarías igual si te hicieran tu parte del trabajo y cobraras lo mismo? Yo no. Lo siento. Llámame idiota, pero no podría dormir por las noches. ¿Te gustaría trabar el triple y cobrar una cuarta parte? Es al revés que la situación anterior, y es mucho más injusto. Volviendo a lo de los limones. Metáfora sobre la vida. Cuando tienes ante ti una situación difícil y, a simple vista, imposible, tienes que darle la vuelta, tienes que cambiar el chip, tienes que concentrarte en hacer que esa situación que mirando a través de tu ojos es negativa... se torne positiva. No es simple, pero ¿quién dijo que la vida era sencilla? Lo sencillo es aburrido, a parte de que no aprendes ni un pimiento de nada. Lo complicado te hace más fuerte, te forja, te construye tu propia armadura y te hace una persona más inteligente, interesante, independiente... una persona que puede con todo, aunque no crea demasiado en sí misma. Siguiendo con los limones, si te resuelven el problema... ¿te sentirás igual de realizado o realizada que si lo hubieras logrado tú? Te responderé a eso: NO. Si eres tú quien recoge esos limones, tu limonada será sencillamente de mucha más calidad que si cualquier otra persona los hubiera cogido por ti. Además, no querrás que se termine nunca. Le pondrás más hielo para que el sabor a limón junto con el azúcar, permanezca más tiempo en tu boca. Te mirarán y se preguntarán: ¿Por qué está tan feliz si ha sufrido un montón? o ¿Por qué sonríe de esa manera si hace tres días estaba hundida? Sencillamente es porque he superado el obstáculo que el destino ha querido poner en mi camino esta vez. Y sí, me hace feliz, muy feliz superar todos y cada uno de las grandes piedras que se caen justo delante de mí y no me da tiempo a esquivar. Pero aprendo, supero las adversidades, me siento orgullosa de hacerlo por mí misma, de no necesitar a nadie que me saque las castañas del fuego. Castañas, limones... ¿Qué es lo que se te pone a ti por el camino y te impide seguir caminando como solías hacerlo?


"Life is hard, but it's better with a smile in your face"


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