Live

Existen esos días en los que no entiendes por qué, pero te ocurren cosas que te cambian completamente la vida. Había sido un día agotador, esos en los que piensas "¿por qué habré decidido hacer esto si realmente no me gusta?", pero sigues haciéndolo porque no queda otra. No te odias, porque sabes que eres la única persona a la que realmente debes amar. Solo tú sabes quién realmente eres, y no debes demostrarte nada a ti mismo, ni a los demás, porque sabes de lo que eres verdaderamente capaz. Y mirar por la ventana mientras atardece, te hace recordar que vale la pena salir casi de noche a trabajar para poder considerar esas puestas de sol que te devuelven el recuerdo de por qué estás en esa situación. Es una ciudad grande, llena de ventajas e inconvenientes, pero te gusta. Te sientes parte de su estructura, eres un engranaje más que hace que funcione correctamente. Sientes que sin ti, nada funcionaría como debería. Algo llama tu atención. Una chica en la azotea. Tu corazón da un vuelco. "¿Quiere saltar?" te preguntas. Te pones de pie y la observas. Ves como se acerca más al borde y... abres la ventana a toda prisa. "¡Eh!" gritas. Te mira, asustada. "¡Ni se te ocurra saltar!", y sales disparado de la habitación. La chica se queda con los ojos abiertos, como platos. Te preguntas cómo pueden pensar los demás en dejar de vivir, porque a ti te encanta la sensación de libertad cuando tus pulmones se te llenan de aire. Sientes que todo te perteneces cuando entras a tu casa y ves que todo está donde debe estar, porque lo has elegido tú. Te conmueve haber visto a esa joven en la cornisa del edificio, sin saber lo que estaba pensando, pero sabiendo sus intenciones. Quieres saber por qué estaba pensando en morir. Quieres intentar ayudarla y darle un poco de tu alegría. Quieres compartir la sabiduría de la vida que te ayudó a amarla como lo haces ahora. No puedes ni tan siquiera pensar por un momento qué hubiera pasado si no hubieras reaccionado a tiempo, no quieres imaginar cómo te sentirías si no le hubieras mirado y gritado aquello. Bajas corriendo todas las escaleras y llegas a la calle, abres la puerta de su edificio y subes todas las escaleras hasta llegar a la azotea. Paras. Miras donde está. Paralizada. No se vuelve al escuchar los pasos y te sientas junto a ella.

"Try to help somebody to love life"
Segunda parte de Die.


Comentarios