Pretend
F ingí durante demasiado tiempo que no me importabas. Y al final fui yo misma la que se hirió sin quererlo. No hice caso, no escuché a nadie. Creí demasiado en lo que me había creado en la mente. Los demás pueden romperte promesas y sentirte decepcionada, pero lo peor es cuando eres tú misma la que rompe esas promesas que tantas horas de sueño te han quitado. Y te odias. No debí hacerle caso. Debí mantenerme al margen. No debí malinterpretar sus palabras. "Todo irá bien", me repetía, y después casi ocurre lo peor. Casi tuve que decirte adiós. Te hubieras ido sin saber lo que sentía por ti, ¿lo sabes? Me dejé llevar por los sentimientos, no por mi razón. Y lo pagó con dolor. Me prometí que pasara lo que pasase me mantendría a su lado, y que lo apartaría de mi mente. Le dejé hacer lo que quiso, como siempre: salir, emborracharse... pero jamás pensé que se drogaba. Y se pasó. Estaba cerca de él cuando pasó, y pude ayudarle. Si hubiera tenido más cuidado, hubiera sabido que no ...