Hours


Ver las horas pasar desde la ventana del tren. ¿Cuándo llegaré? ¿Por qué se ha retrasado? Hoy viajo sola, sin compañía, aunque esté rodeada de gente. La música es mi única compañera, la única que se acopla a mis propios sentimientos, a mis sensaciones. No me siento bien, más bien estoy desequilibrada emocionalmente. No comprendo qué hago en el mundo. No entiendo por qué estoy aquí en este precioso instante. Yo no quería viajar. No quería subirme a este tren. Nadie me preguntó, nadie quiso saber mi opinión. Tan solo me dejaron a merced del destino, tomar mis decisiones, sin tener en cuenta lo que podía o no pasar. Y mi miedo me consume a cada segundo que pasa de música, a cada metro que avanzamos por las vías. Y nadie se da cuenta. Nadie percibe la soledad de mis venas. Mi cerebro no tiene en cuenta mi angustia, no comprende que mi corazón no puede continuar latiendo. Y no pienso en el destino, porque si llegara a pensar en la hora en al que llegaría me entran ganas de llorar. Pierdo casi mitad de vida en el tren. Mi vida se resume en una veinte paradas diarias: subo en la primera y bajo en la última cada día. Nada me alegra, y los días no acompañan: nubes, lluvia, tristeza. Nada me motiva para sacar una sonrisa. Y entonces, pienso en ti, en esa persona que solía acompañar aquellos viajes insoportables. Aquella persona que solía sacarme esas sonrisas mañaneras que tanto cuesta encontrar cuando estás medio dormida. Y tú lo conseguías. Pero ahora... Ahora estoy totalmente a sola, desprotegida. ¿Alguien puede salvarme? Ojalá pudieras. Ojalá pudiera volver al pasado y abrazarte de nuevo antes de que te marcharas por siempre, pero te fuiste para no volver, o eso es lo que me dijiste. Y ahora te echo dolorosamente de menos. Compañero de tren, confidente, maestro, alumno, guapo y feo al mismo tiempo. ¿Por qué decidiste que mis días se convirtieran en grises en vez de seguir de colores como solían ser antes? ¿Por qué no me mostrarte cómo poder sonreír sin necesitarte? Y ahora no puedo, ahora tengo que ver las horas pasar en un asiento de un tren que detesto para ir a un lugar en el que no me encuentro a gusto sin tu presencia. ¿Justo? Para nada. Pero tengo que aprender a seguir vida por mí misma. Me acompañaré de mi música. Pasar las horas que hagan falta en un vagón lleno o no de gente, esperando la última parada para poder caminar y llegar al lugar que debo llegar. ¿Estarás allí? ¿Sí, no? Puede ser. Tal vez. Pero... con el paso del tiempo, creo que empieza a no importarme demasiado. Creo que estoy empezando a olvidar lo que era hablar contigo en el tren, lo que era pensar en otras cosas mientras veíamos a la gente subir y bajar.

"Wasting time on the train, with or without you"

Comentarios