Why

Y te quedas hundido. No sabes cómo ha pasado, pero... has caído con todo tu arsenal. Lo tenías todo claro, pero a la hora de la verdad todo ha fallado. Ibas a ser feliz, te veías feliz, y el techo ha caído sobre ti. No puedes hacer nada. Sientes que todo se te ha escapado de las manos y no puedes levantarte de nuevo. ¿Por qué? Esa es tu pregunta constante. Por qué. Lo que pasó en realidad no fue culpa tuya, tenía que pasar y... pasó. Querías llevarla a visitar otros países, querías verla feliz, querías dárselo todo aunque a ella le costara darse cuenta de que te tenía que cuidar o estar más atenta. Pero no le prestaste mucha atención a esa parte de ella. Y ocurrió. Alguien cercano pasó a mejor vida, y te quedaste destrozado. Ella intentó apoyarte. Se mostró comprensiva, intentó sacarte del pozo y casi lo consigue, pero las malas noticias nunca vienen solas. Y esta era casi la peor. Te diagnosticaron una enfermedad. Ella se asustó, y se dio cuenta de que era demasiado para ella, y decidió dejarlo todo, porque hay personas que piensan demasiado en sí mismas. Te dejó solo. Te consumías tan solo en pensar en ella, en lo desagradables que fueron aquellas últimas horas a su lado, en la despedida amarga que os separó para siempre, y maldijiste todos los recuerdos que habían pasado a la historia. Por qué. La necesitabas ahora más que nunca y decide irse, decide dejarte a tu suerte, pero de eso ya no tienes. Ella no comprendía lo afortunada que era al tenerte a su lado, de lo afortunado que te sentías sabiendo que la tenías junto a ti. Pero ella nunca se sintió verdaderamente enamorada, había algo que la alejaba de ti sin poder remediarlo. Existía una distancia, pero no era física. Ella se sentía querida, pero no te amaba como te merecías. Para ella era más importante que tú derrocharas el tiempo y el dinero en ella, que ella en ti. Es triste, pero es así. La realidad es tan dura que no espera a que estés preparado, sino que espera a que aprendas de las miles de caídas que te esperan. La vida te pone obstáculos para que aprendas a saltarlos y derribarlos; los caminos fáciles no exciten, porque con ellos no aprendes. No importa que estés solo, tan solo necesitas fuerza, buscar en tu interior lo que te hace más fuerte y utilizarlo para seguir adelante. Las personas que te dejan en mitad del camino, son las personas que no te han sabido valorar. No les des la satisfacción de verte caer o derrotado, porque tú puedes con todo, eres mejor que ellos. Así que levanta la cabeza, respira profundamente, intenta sonreír y pensar positivamente. Eres una persona con un corazón de hierro, si se rompe, se vuelve a forjar. No te rindas, porque nadie puede acabar contigo.

"No te preguntes el por qué cuando la razón es cobarde"

Comentarios