Deep

Hundida. Sin poder salir a la superficie. Gritas. La garganta sangra por no poder pedir auxilio. Ahogas tus gritos, porque te das cuenta de que nadie puede escucharlos. Y te das cuenta de que tus sentimientos están en lo más hondo de ti, que están demasiado profundos y por eso no pueden salir. No les dejaste y ahora te toca sufrir. Te callaste, y ahora tu boca sangra por no saber qué decir. Te maldices por haber perdido tanto tiempo, por no haber sabido decir nada en su momento, y ahora ya es demasiado tarde. Ya no puedes hacer nada para remediar lo inevitable. Te hundes. Permaneciste en la superficie demasiado tiempo, más de lo esperado, más de lo que nadie nunca había esperado. Y ahora caes a las profundidades del mar. Pasas desapercibida entre los corales y los peces te abren paso hasta que tu cuerpo roza la arena del suelo. Mantienes los ojos abiertos, observándolo todo. Y tienes miedo. Sientes como todo se rompe, como no queda nada dentro de ti a salvo, como cada partícula de tu piel sangra y no te deja con fuerzas para seguir adelante. El agua te impide realizar cualquier movimiento. Y dejas que la corriente te dirija, porque no puedes ni siquiera levantarte. Sabes que es inevitable lo que va a suceder, por lo que te dejas vencer. Dejas tu cuerpo a merced de la marea. El mundo te absorbe y lo dejas. Eres su trofeo, ha ganado la batalla y te dejas llevar hasta el fondo. Sigue sin haber nada que puedas hacer para no seguir adelante. Tu mente ya está bloqueada, el oxígeno que quedaba en su interior se ha agotado. Mueres. Pero no tiene sentido, todo iba bien en la superficie, ¿por qué ha pasado? Pero ya no importa, ya todo ha dejado de tener importancia, desde el preciso instante en el que tu cuerpo comenzó a caer, desde que las olas se comieron tu cuerpo. Dejaste de importarle al mundo. Antes de dejarlo todo para siempre recuerdas esas últimas palabras que habías olvidado por unos minutos y que te lanzaron al mar: "todo va a salir bien". Pero nada ha salido como esperaban. Algunas palabras no curan el mal que puedes sufrir con el tiempo, algunas solo agravan lo que está por venir.

"Dejé de luchar y el mundo desapareció ante mí"