Reality

Imagínate una vida vacía de problemas, pero llena de vida. Esa vida que te inunda el alma y convierte tus penas en alegrías. Como si una motivación nueva rellenara los huecos que han dejado los problemas que has dejado atrás. Estas lejos de aquí, en otro lugar, quizás en otro planeta, quién sabe. Y eres feliz, más de lo que muchos pueden llegar nunca a decir. Has hecho de tus sueños tu realidad y puedes hacer aquello que siempre has querido. Tienes una casa, tienes una televisión gigante, y mucho espacio para estar rodeada de los tuyos todo el tiempo. ¿Qué más puedes pedir? La felicidad ya la tienes, la tocas con cada poro de tu piel. Poder ser feliz sin a penas esfuerzo, eso si que es tener suerte, o al menos, tener el mundo a tu favor. Un día soñaste despierta todo lo que tienes en estos momentos. Te sentaste junto al lago y tu mente comenzó a dibujar tu imposible futuro. Pensabas en tener una casa muy grande en la que poder guardar miles de cosas. Una sala de cine en la que perderte miles de horas viendo todas esas películas que tanto te han emocionado a lo largo de tu corta vida. Un coche con el que poder viajar a lugares que desconoces por el momento. Una piscina donde poder nadar cuando quieras e invitar a tus amigos a pasar un buen día. Unas ventanas muy grandes en tu habitación y por toda la casa, para que el Sol entre y te alegre todos los días. Un ático con el techo de cristal para poder ver las estrellas en invierno. Una casa de madera en el jardín para disfrutar más de la naturaleza en verano. Una persona con la que compartir cada instante, cada sueño, cada suspiro, cada paso que voy dando, para cuidarle, para que me cuide, para vivir nuestra vida de ensueño. Y más cosas, muchas más cosas que piensas, que sueñas, que vuelves a pensar y las dices en voz alta, porque estás sola y nadie te escucha, tan solo la naturaleza. Y te levantas. Miras al Sol y pones los brazos en cruz. Sientes la felicidad que entra en ti y por un momento sabes que nada puede ir mal si sigues pensando así. Sientes que los sueños se pueden hacer realidad, sabes que llegará un día en el que lo tendrás todo y será porque te lo habrás ganado. Estás trabajando mucho para no conseguir nada al final. Todo tiene su recompensa, así que sueña en grande, camina por donde tengas que caminar para poder alcanzar tus más ansiados sueños. Piensa en ti, en los tuyos, para sacar las fuerzas necesarias que te llevarán a lo más alto de la montaña. Es más el sentirte libre que pensar que tus sueños se pueden hacer realidad, porque al fin y al cabo es la realidad la que te hará saber que puedes recoger la cosecha que hace años plantaste en la sequía. Y ahora ha llovido, tanto, que tienes el doble de lo esperado, y solo es porque te lo mereces, porque has hecho bien tu trabajo y has hecho lo que el corazón te iba dictando, no lo que los demás te decían que debías hacer. Te tomaron por loca por soñar, y ahora todos se callan cuando te ven pasar.

"Haz de tus sueños tu realidad"

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